Ya están contestados los cuestionarios. Vamos avanzando. Sería interesante saber qué opinión se tiene sobre las respuestas dadas. Seguro que si se razonan y se ubican en algún contexto específico con otras contingencias también podrían ser otras. En este mundo todo es relativo.

Todo es relativo... o no.
Como decía la canción del grupo Jarabe de Palo:

Depende Depende ¿de qué depende? de según como se mire, todo depende.
https://www.youtube.com/watch?v=GtujUCURgtM

Qué mareo, y a estas horas!!!.ya veremos cuántas veces he dicho una cosa y la contraria...;)

Hecho, pero opino igual que isolda, y me parece buena idea lo que dice Javier Caso

PRIMERA EXPERIENCIA

Vamos con la primera experiencia. Es muy sencilla o muy complicada, como diría Javier, el amante de la dialéctica y de las paradojas.

Consiste en relajarse y construir objetos mentales. Parece un ejercicio de yoga o de meditación, ¿verdad?

Si lo pensamos un poco, tenemos que llegar a la conclusión de que no conocemos la realidad tal como es en sí misma, independientemente de ese aparato de conocer que es el cerebro. No conocemos la realidad en sí.

Siempre conocemos a través de un aparato cognoscitivo que es el cerebro humano, que sirve de mediador y recoge una parte de la materia y energía que nos envuelve, creando un modelo o representación de la realidad: la realidad conocida por nosotros, la realidad en mí, una traducción de la realidad firmada por nuestro cerebro.

Los humanos podemos conocer la realidad porque existe una realidad que conocer (una realidad en si), y también porque tenemos un aparato cognoscitivo —el cerebro— capaz de conocerla (de elaborar una realidad en mi). El cerebro humano puede construir ocho (si, como los ocho apellidos vascos) tipos de objetos mentales que nos sirven para representar —traducir— esa realidad.

Y el primer ejercicio que vamos a hacer va a consistir, precisamente, en construir, uno tras otro, los ocho tipos de objetos mentales que, como personas humanas, somos capaces de construir, y que nos sirven para conocer —ser conscientes de— la realidad que nos rodea.

¿Que cuáles son esos ocho tipos de objetos mentales? Perceptos, imágenes, recuerdos, conceptos, juicios, razones, teorías y planes. Cualquier trozo de realidad, por ejemplo un árbol, yo lo puedo construir como uno de estos ocho objetos, o puede formar parte de uno de estos ocho objetos. Y no es lo mismo el árbol-percepto, que el árbol-imágen, que el árbol-recuerdo, etc...

Imaginemos el cerebro como un edificio de ocho pisos —sí, ocho, como los ocho apellidos vascos. El primer piso se llama PERCEPCIÓN y es donde se fabrican los perceptos. Subimos las escaleras al segundo piso y leemos un letrero que dice IMAGINACIÓN. Aquí es donde se construyen las imágenes. En el tercer piso, MEMORIA, se construyen los recuerdos. En el cuarto CONCEPTUALIZACIÓN, se construyen los conceptos. En el quinto, JUDICACIÓN, se construyen los juicios. En el sexto, RAZONAMIENTO, se construyen las razones. En el séptimo, TEORIZACIÓN, se construyen las teorías. Y en el octavo y último pone: PLANIFICACIÓN. Aquí se construyen los planes. Lo que he puesto en mayúsculas es el nombre que recibe la función psicológica o proceso mental, y lo que está en negritas es el producto u objeto mental que elabora esa función.

Pero como veis, los ocho objetos son un producto de nuestra mente, que a su vez es un producto del cerebro. Es a través únicamente de estos objetos que fabrica nuestra mente, que conocemos la realidad. Nunca entramos en contacto directo con la realidad en sí.

El ejercicio o experiencia consiste en ir construyendo en nuestra mente, uno tras otro, los ocho objetos.

¿Cómo? No hay que preocuparse por eso, porque lo describiré en el próximo mensaje. Solo hay que seguir unas sencillas instrucciones.

Con un poco de práctica, podremos llegar a construir los ocho tipos de objetos en menos de un minuto. Además, podremos construir los ocho tipos de objetos representando cualquier trozo de realidad: un árbol, una persona, el universo entero...

Al hacer el ejercicio las primeras veces, dediquemos unos minutos. Visualicemos bien el objeto, démosle la vuelta, observémosle desde todas las esquinas y ángulos posibles, palpémosle, sopesémoslo en nuestra mano, familiarizémosnos con él. De lo que se trata es de comentar luego qué tal nos hemos sentido al realizar la experiencia, y si hemos tenido alguna dificultad al realizar el ejercicio.

Ahí van los ocho apellidos vascos. Quiero decir... bueno, ya me entendéis...

1. PERCEPTO

Mira la ilustración. ¿Reconoces el árbol, la niña y el perro? Y la pradera con sus piedras ¿verdad? Y el cielo con sus nubes, ¿a que sí?... Pues tu mente acaba de construir el primer tipo de objeto mental: el percepto. Sin ningún esfuerzo. sin ninguna complicación. Con un desparpajo envidiable. Y eso es porque tu mente posee la función de la percepción, que sirve, precisamente, para construir perceptos.

Abre los ojos. ¿Qué ves? Pues eso es un percepto visual.

Escucha. ¿Qué oyes? Pues eso es un percepto auditivo.

¿Qué hueles? ¿Qué gustas? ¿Qué tocas? Son perceptos olfativos, gustativos, táctiles... Normalmente se mezcla la información de todos tus sentidos formando un único percepto global. Ves el árbol pero también escuchas los ladridos del perro y el viento entre las ramas, y sientes el calor del sol en tu rostro. Si estás en tu casa mirando la fotografía del árbol, puedes escuchar al mismo tiempo la conversación de tus hijos que esperan hambrientos en la mesa y oler la comida recién hecha en la cocina.

Construyes un percepto cuando la energía o información proveniente de la realidad atraviesa tus sentidos y es procesada por tu cerebro.

2. IMAGEN

Cierra los ojos e intenta "ver" el árbol, la niña y el perro. Pues tu mente acaba de construir el segundo tipo de objeto mental: la imagen. A unxs les cuesta más, a otrxs menos. Cuando soñamos, nuestra mente fabrica imágenes como churros, a la velocidad de una locomotora loca. Y eso es porque tu mente posee la función de la imaginación, que sirve, precisamente, para construir imágenes.

Cierra los ojos. ¿Qué ves? Pues eso es una imagen visual.

Intenta escuchar el ladrido del perro cuando el perro no está ladrando, o el sonido del viento que mueve las hojas del árbol, cuando no hay ningún árbol. Estás construyendo una imagen auditiva.

Igualmente puedes construir imágenes olfativas, gustativas, táctiles... También puedes modificar creativamente las imágenes, por ejemplo agigantando a la niña hasta que sea más grande que el árbol, empequeñeciéndola hasta que sea más pequeña que el perro, intercambiando las cabezas de la niña y del perro (cuerpo de niña con cabeza de perro y cuerpo de perro con cabeza de niña). La imaginación te da más libertad que la percepción.

La imaginación te permite recrear la realidad cuando ésta no está presente delante de tus sentidos, y además dar rienda suelta a tu fantasía.

Construyes una imagen cuando reproduces un percepto sin intervención de tus sentidos.

3. RECUERDO

Un recuerdo es una imagen pero con información adicional que la convierte en vivencia. Es como si la imagen tuviera una etiqueta que te dice: "esto ya lo has vivido", "esto pasó ayer por la tarde", o "el verano pasado durante las vacaciones". "Esto ha sucedido". Así, la imagen se convierte en vivencia o recuerdo. Cuando reproduces la imagen vuelves a sentir lo mismo que sentiste en aquella ocasión en que construiste el percepto (la imagen está relacionada con muchas otras imágenes). La función que construye recuerdos se llama memoria.

Se podría decir que un recuerdo es una imagen viva. Algo más que una imagen. Una imagen vivida, y con la que vuelves a vivir.

Construyes en tu mente la imagen del árbol, la niña y el perro, pero eres consciente de que ayer estuviste, efectivamente, junto a ese árbol. Estás reconstruyendo el percepto tal como sucedió. Hoy vuelves a verlo en tu mente, siendo consciente que se trata de un recuerdo. Vuelves a sentir en tu rostro los rayos del sol, que se encuentra justo detrás del árbol, pero cuyos poderosos rayos atraviesan las ramas y proyectan sombras sobre ti. Sabes que estás reproduciendo sensaciones que son "en diferido", que se corresponden con el día anterior. Pero todo vuelve a suceder en tu mente.

En tu caso, más bien recordarás que miraste la fotografía del árbol. Probablemente vuelvas a sentir la sensación de luz, calor, bienestar y plenitud que sentiste cuando miraste la fotografía. Y todo ello sin mirarla de nuevo. simplemente construyendo el recuerdo en tu mente.

La memoria es vital para el aprendizaje. Sin memoria no podríamos aprender, y aprender significa recordar en un 90%.

Construyes recuerdos cuando grabas tus vivencias (perceptos) en forma de imágenes fuertemente relacionadas.

4. CONCEPTO

Vas caminando por la calle y ves un árbol (percepto). Sigues andando y te tropiezas con otro árbol (otro percepto). Puede que sean especies distintas y de distinto tamaño, forma, color, etc... pero hay algo dentro de tu mente que relaciona ambos perceptos y les pone el mismo nombre, la misma etiqueta: "árbol". Haces eso porque sabes que tienen algo en común, que pertenecen a la misma clase o categoría de cosas, que representan la misma idea, esencia, concepto... Has conseguido abstraer esa idea, esa esencia, ese concepto, y ahora, cada vez que veas (o imagines, o recuerdes) un árbol, podrás identificarlo como perteneciente a la clase, categoría o concepto "árbol".

Concepto, idea, clase, categoría, esencia, definición... Todos estos términos se refieren, mas o menos, al mismo objeto mental, y a la función que construye este tipo de objetos le llamamos conceptualización. Porque has construido en tu mente el concepto "árbol" puedes relacionar todos los perceptos, imágenes o recuerdos que contengan un árbol.

La inteligencia concreta, basada en imágenes, da paso a la inteligencia abstracta, basada en conceptos. Una imagen tiene referente en la realidad, pero un concepto solo existe en nuestra mente. El concepto "árbol" no es la imagen (ni el percepto, ni el recuerdo) del árbol. Es lo que tienen en comun todas las imágenes (o todos los perceptos, o todos los recuerdos) de un árbol. Es la idea abstracta del árbol. Es la esencia o definición del árbol. Más o menos sería: un ser vivo con raíces, tronco y copa, y cierta envergadura (unos 3 metros mínimo en su fase adulta). De no superar esa altura, nos quedamos en los límites del concepto "arbusto". Como se ve, definir un concepto es señalar los límites que lo separan del resto de los conceptos. Estos límites pueden variar a lo largo del tiempo, o conforme aumentan nuestros conocimientos científicos. Tengamos en cuenta que el concepto no es algo que exista en la realidad, sino algo abstracto que solo existe en nuestra mente y que nos ayuda a ordenar y controlar mejor esa realidad.

La conceptualización o construcción de conceptos es la antesala del pensamiento y del lenguaje. Hay simios que han conseguido aprender un centenar de conceptos y han podido formar frases y comunicarse con el lenguaje de los sordomudos. Los humanos construimos miles de conceptos y los usamos con gran fluidez en un rico lenguaje articulado, con el que comunicamos y compartimos enormes cantidades de información cada día.

Construyes conceptos cuando clasificas las imágenes (o perceptos, o recuerdos).

5. JUICIO

Construyes un juicio cuando afirmas (o niegas) un concepto de otro. A esta función se le llama judicación

Juicio: "El árbol es milenario" (Afirmas del concepto "árbol" el concepto "milenario")

Juicio: "El perro no ladra" (Niegas del concepto "perro" el concepto "ladrar")

6. RAZÓN

Construyes una razón cuando, partiendo de juicios conocidos (premisas) llegas a juicios desconocidos (conclusiones). A esta función se le llama razonamiento.

Premisa 1: "Cada año el tronco del árbol desarrolla un anillo"

Premisa 2: "El árbol es milenario"

Conclusión: "El árbol tiene mil anillos"

7. TEORÍA

Es un conjunto de juicios y razonamientos, que constituyen una explicación acerca de cómo funcionan las cosas. Existe, por ejemplo, una teoría del árbol para explicar cómo funciona el árbol. Existe también una teoría para explicar la hoja de un árbol, y la célula de la hoja de un árbol, y la mitocondria de la célula de un árbol... y teorías para explicar la conducta de las personas, del planeta y del universo. Cualquier ciencia o filosofía se compone de un conjunto de teorías. Y una teoría no es mas que una explicación. Un modelo o representación lo más completa posible de alguna parte de la realidad.

8. PLAN

Las teorías nos dicen cómo son las cosas, pero las cosas se pueden cambiar. Podemos construir teorías que nos digan cómo las cosas deben ser. Y luego podemos construir un plan, que es una serie de pasos que nos conducen de lo que hay a lo que debe haber.

Por ejemplo, la teoría (explicación) nos dice que este árbol está enfermo y también nos dice cómo debe funcionar un árbol sano. Por lo tanto, la teoría nos permite elaborar un plan que restaure la salud del árbol. El plan cambia la realidad. Nos conduce desde el árbol enfermo hasta el árbol sano.

De la misma manera se puede mejorar la salud de una persona, de un grupo, de una institución, de una sociedad, de un planeta... Una persona puede dejar de fumar, adquirir una habilidad, perseguir una meta... Tenemos teorías acerca de cómo son las cosas y teorías acerca de cómo queremos que sean, por lo tanto podemos construir un camino que vaya de una a otra teoría. Eso es un plan.

¿Hemos sido capaces de construir los ocho tipos de objetos, aunque sea en su forma más simple?

¿Tenemos alguna dificultad con algún tipo de objetos?

¿Qué tal nos ha parecido la experiencia? ¿Cómo nos hemos sentido? ¿Qué hemos aprendido?